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El COBCAN pregunta por el Catálogo de Especies Amenazadas con motivo del Día de la Biodiversidad

Cada año se descubren, de media, seis especies nuevas, muchas de las cuales necesitan un plan de conservación y otras, seguimiento específico. Sin embargo, el colectivo profesional de biólogos, pertenecientes al Colegio Oficial de Biólogos de Canarias, consideramos que los últimos gobiernos han hecho dejación de funciones en la conservación de la biodiversidad de las islas. La biodiversidad ha sido a menudo un obstáculo en el desarrollo, a consecuencia de una escasa planificación e información, y se ha intentado bordear la legalidad con interpretaciones forzadas. La máxima de esta práctica fue la aprobación en 2010 del Catálogo de Especies Amenazadas existente, sin ningún consenso profesional, académico, ni social, con gran revuelo mediático en nuestra Comunidad Autónoma, a pesar de lo cual nada se ha movido desde entonces.

Con el cambio de Gobierno de la legislatura que ahora finaliza, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias organizó en abril de 2013 una reunión que tenía como objetivo depurar los criterios para la evaluación de especies amenazadas, con el fin de llevar al Parlamento el nuevo catálogo prometido en las elecciones. Pero, dos años después y finalizada su legislatura, la realidad es que no habido ningún avance, y aquel revuelo social, político y mediático ha quedado en nada.

A día de hoy, los programas de recuperación de especies en las administraciones públicas canarias carecen de una financiación adecuada y el nuevo Catálogo de Especies Amenazadas prometido no ha visto la luz. Incluso, en la única iniciativa clara que ha contemplado el gobierno en biodiversidad, como fue la creación con fondos públicos (300.000 euros) de la base de datos de Biodiversidad Canaria –ATLANTIS-, presenta problemas y no presta el servicio requerido. Sin embargo, desde el Colegio Oficial de Biólogos de Canarias consideramos fundamental esta herramienta para el conocimiento y para la correcta gestión de la biodiversidad canaria, así como para la actualización periódica del catálogo, como hemos transmitido a los distintos gobiernos en diversas ocasiones. De hecho, este Colegio se ofreció a su difusión y uso entre los profesionales, pero no se nos ha tenido en cuenta, y la realidad es que languidece, y su acceso público es restringido, tosco y sin procedimientos jurídicos transparentes.

Atrás queda el intento de crear una Ley de Biodiversidad en 2004, en la que se proponían medidas interesantes para la conservación, entre ellas un Instituto de Biodiversidad Canario y de la Macaronesia, y que hubiera permitido aumentar el conocimiento científico de las especies y hábitat, y adoptar medidas de gestión adecuadas. Y son reiterados los incumplimientos de los mandatos legales, como la Ley 2007 del Patrimonio de la Conservación y de la Biodiversidad, que da prevalencia a la conservación de la biodiversidad por encima de la ordenación territorial; los planes de ordenación de los recursos naturales, que incumplen algunas administraciones canarias; la obligación de la Comunidad Autónoma de mantener la Red Natura 2000 en un estado de conservación favorable, incumpliendo las obligaciones que le incumben y que ha sido motivo de multa por la Unión Europea. Tenemos que citar también las sentencias del Tribunal Constitucional por incumplimiento de la normativa básica estatal del Catálogo de Especies Amenazadas, la insuficiente dotación de personal funcionario para cumplir los servicios ambientales que exige la legislación….

De forma demagógica, algunos políticos han usado la biodiversidad como “estandarte”, cuando la realidad es que no han ejercido sus funciones en esta materia. Un claro ejemplo lo tenemos en las polémicas plataformas petrolíferas que tanta tinta hicieron correr. El conocimiento que teníamos de los fondos profundos y su biodiversidad era prácticamente nulo, y tuvo que venir una fundación privada norteamericana a hacer un estudio detallado de los fondos porque aquí en Canarias, islas oceánicas, no invertimos en este tipo de cosas.

El Colegio de Biólogos observa amargamente cómo cada día en las distintas instituciones de las islas se abandonan los últimos proyectos de conservación que quedaban en departamentos universitarios, los jardines botánicos, CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), museos de Ciencias y, tras ellos, los investigadores y técnicos, con años de experiencia y con una cualificación de excelencia, dejan sus puesto de por sí eran precarios, para dejar toda la investigación y la gestión en manos del voluntarismo.

A pocos días de que se celebre el Día Internacional de la Biodiversidad, el próximo 22 de mayo, y cercanos a unas elecciones, el Colegio Oficial de Biólogos de Canarias hace un llamamiento a la sociedad y a los políticos en particular para exigir al próximo gobierno las inversiones que exigen los estudios de biodiversidad, los planes de conservación de especies y la gestión de los espacios protegidos; y todo ello contando con los profesionales, en el marco de la transparencia y la participación efectiva. Porque el desarrollo sostenible implica alcanzar un equilibrio entre intereses sociales, económicos y ambientales, mientras que el declive del que hablamos aquí revela que todavía estamos lejos de ese equilibrio.