Los colegios profesionales canarios han mostrado su rechazo al Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, normativa que pretende regular la actividad del subsector profesional en España adaptándola a las directrices que emanan de la Unión Europea. En la celebración del II Foro Sabadell Professional en Canarias, que tuvo lugar este miércoles en Santa Cruz de Tenerife, se congregaron 23 colegios y cuatro asociaciones profesionales de todo el archipiélago que coincidieron en señalar la repercusión negativa de la futura ley.
El texto del Anteproyecto, aprobado en Consejo de Ministros el pasado 2 de agosto y en trámite para su aprobación definitiva en el Congreso, ha sido muy criticado por los colectivos profesionales de todo el país, que han presentado miles de alegaciones durante el periodo de exposición pública. En Canarias, el descontento también es generalizado.
El presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Caldentey, y el presidente de la Asociación Canaria de Ingenieros de Telecomunicaciones, Miguel Ángel Montesdeoca, destacaron el carácter intervencionista de la futura ley, que establece las auditorías contables obligatorias en los colegios y la posibilidad de destituir a las juntas de gobierno. “Los colegios profesionales tendremos las manos muy atadas”, señaló Montesdeoca.
El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife, Jesús Oliva, denunció la falta de diálogo del Gobierno con los colegios y propuso la creación “de un organismo común que nos represente a todos para ir unidos ante el Gobierno, que ha hecho lo que ha querido con el proyecto de ley”. El testigo lo recogió el presidente de Unión Profesional de Canarias (Upcan), asociación que aglutina a 21 colegios de todas las islas, Jorge Violán, quien aseguró que Upcan está abierta a todos los colectivos para “aprovechar sinergias y colaborar ante el reto que plantea la nueva norma”.
Ante el panorama que dibujará la nueva normativa, los presidentes y decanos reconocieron que las organizaciones colegiales se enfrentan a un cambio del modelo colegial, que empezará “con la búsqueda de otras fuentes de financiación”, precisó Caldentey. “Los colegios profesionales deben ir hacia una nueva estrategia para ofrecer productos y servicios”, recalcó Montesdeoca. Esta idea fue reforzada por el presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, Rodrigo Martín, quien aseguró que “el colegio profesional debe tener vocación de servicio”.
La transformación de las organizaciones colegiales pasa también, para el presidente del Colegio de Graduados Sociales de la provincia tinerfeña, Carlos Bencomo, por su apertura hacia los colegiados “para que estos no vean solo la obligatoriedad, sino que sientan que el colegio forma parte de su vida”. El presidente del Colegio de Veterinarios, Jorge de Miguel, amplió esa apertura a toda la sociedad. “Yo entré en el colegio pensando en él como una empresa de servicios a colegiados y a la sociedad”. Más allá fue el tesorero del Colegio de Arquitectos de Canarias, Víctor Acosta, al afirmar que las organizaciones colegiales pueden también asesorar a la administración. Acosta ve la futura ley como un acicate para la renovación. “Tenemos que aprovechar el tirón de orejas del Gobierno para potenciar la renovación”.
Mucho más crítica es la postura del colectivo de farmacéuticos. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwarts, indicó que el problema no es la reinvención de los colegios, “sino la reinvención de la profesión” y denunció que el Gobierno español copie modelos europeos y estadounidenses que no tienen aplicación en España.
Fuente: upcan.org